martes, 29 de enero de 2008

Generación del 27

Generación del 27

La denominada Generación del 27 fue una constelación de autores que surgió en el panorama cultural español alrededor del año 1927, en que se conmemoró el tricentenario de la muerte del poeta barroco Luis de Góngora. Estos autores aprovecharon esta fecha para reivindicar la poesía que este autor compuso en la última época de su vida (Culteranismo), desprestigiada por la crítica decimonónica. Tanto escritores como profesores e intelectuales celebraron en homenaje a Góngora una serie de actos (conferencias, etc.) en el Ateneo de Sevilla en ese año que se ha venido a considerar el acta fundacional del grupo. En cierta forma, fue galardonada con el Nobel de 1977 en la figura de Vicente Aleixandre.
La nómina habitual del grupo poético del 27 se limita a diez autores:
Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso,Pepín Bello, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados, pero hubo también muchos otros que de algún modo estuvieron en la órbita del 27, algunos más viejos, como Fernando Villalón, José Moreno Villa o León Felipe, y otros más jóvenes, como Miguel Hernández. Por otra parte algunos otros han sido olvidados por la crítica, como Juan Larrea, Pepe Alameda, cronista taurino y poeta, Mauricio Bacarisse, Juan José Domenchina, José María Hinojosa, José Bergamín o Juan Gil-Albert. O la conocida como Otra generación del 27, según la denominación que le dio uno de sus integrantes, José López Rubio, la formada por los humoristas discípulos de Ramón Gómez de la Serna, es decir, Enrique Jardiel Poncela, Edgar Neville, Miguel Mihura y Antonio de Lara, "Tono", los escritores que en la posguerra integraron la redacción de La Codorniz... y son sólo unos pocos.
Por otra parte no toda la producción literaria del 27 está escrita en castellano; algunos de ellos son autores de textos literariamente estimables en otros idiomas, como
Salvador Dalí u Óscar Domínguez, que escribieron en francés, o en inglés, como Felipe Alfau, y algunos escritores y artistas extranjeros tuvieron también mucho que ver en esta estética, como Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Jorge Luis Borges o Francis Picabia.
Es más, también es preciso deshacer la idea de que la Generación del 27 fue un fenómeno exclusivamente madrileño, como una crítica demasiado localista (y localizada) parece empeñarse en señalar, sino una constelación de núcleos creativos repartidos a lo largo de toda la geografía nacional y estrechamente entrelazados. Los más importantes se concentraron en
Sevilla (en torno a la revista Mediodía), Canarias (en torno a la Gaceta de Arte) y en Málaga (en torno a la revista Litoral); sin descontar otros muchos de menor afiliación pero de no menor importancia en Galicia, Cataluña y Valladolid, por ejemplo.

Las características estéticas generales de la Generación del 27 aparecen muy bien sintetizadas en el libro de Vicente Gaos Antología del Grupo Poético de 1927 (Ed. Cátedra):
Afán de originalidad e innovación, que cuenta con antecedentes en el
Romanticismo.
Hermetismo (que dificulta su comprensión, se huye de la referencia exacta).
Autosuficiencia del arte (pureza, autenticidad).
Antirrealismo y antirromanticismo (el poema no debe significar, sino meramente ser; por otra parte, se rehúye el subjetivismo romántico).
Surrealismo (incoherencia lógica, importancia del subconsciente y de los sueños).
Intranscendencia (despreocupación, renuncia a la responsabilidad con la realidad extraartística y al moralismo).
Predominio de la
metáfora.
Escritura onírica, relacionada con el surrealismo.
Atomización (desintegración, ruptura de nexos lógicos).

El grupo
surrealista está más nutrido, pero destaca especialmente el premio nobel Vicente Aleixandre, seguramente el más original, ya que, según Cernuda, "su verso no se parece a nada", y el que ha venido a ser el poeta más influyente de la generación durante la última mitad del siglo XX, el ya citado Luis Cernuda. Sin embargo, hubo otros poetas del 27 que notaron el impacto surrealista y que poseen etapas en su evolución marcadas por esta estética: Rafael Alberti, por ejemplo, compuso la última sección de Sobre los ángeles y Sermones y moradas en versículo surrealista y Federico García Lorca asimiló su impacto en Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, Poeta en Nueva York y los Sonetos del amor oscuro. Una etapa surrealista posee, por ejemplo, José María Hinojosa con su La flor de Californía (con acento en la i) y Emilio Prados.

No hay comentarios: