martes, 5 de febrero de 2008

JUNO


Cada año la Academia Hollywoodiense apuesta más claramente por encumbrar a su gloria pequeñas y por lo general más que interesantes muestras de cine doméstico y trivial.


Este año, la sensación ha sido Juno, segundo film del premiado realizador publicitario Jason Reitman tras la interesante Gracias Por Fumar. La historia de Juno es la de un embarazo, el de una chica de 16 años de un pueblo de Minnesota a lo largo de una ronda solar en la que todo parece cobrar un nuevo sentido cuando la joven decide dar al bebé en adopción privada a un joven, feliz y perfecto matrimonio de recién casados.


El film posa su mirada siempre en el personaje de Juno (salvo en una crucial escena en la que al alejarnos de ella ponemos en valor su genio errante), la guapa chica adolescente que reniega de la falsa feminidad impostada de nuestro tiempo – curioso patrón teniendo en cuenta el pasado de streeper de la guionista Diablo Cody–, y que Ellen Page construye con locuacidad y vehemencia, con una autenticidad que traspasa la pantalla en cada plano. Sus padres, su amiga, y el inepto adolescente padre de “eso” configuran un entrañable catálogo de personajes apenas perfilados con mano muy firme, agarrados a un guión cuajado de interesantes diálogos, y exactas réplicas, que reproduce con soltura y liviandad la jerga y expresión oral de cada uno de los personajes y sus particulares entornos y circunstancias, opuestos y exagerados, con multitud de rasgos de humanidad e incoherencia con las que es fácil comulgar y encontrarse


El film homenajea y evoca el ecosistema típico de la comedia adolescente aunque con unas formas y realización superiores, destacando el gran trabajo del diseño artístico aún por encima de cierta gratuidad en su envoltorio. Los constantes guiños musicales y su carácter melómano articulan el desarrollo de la historia con cierta obviedad y en ese lugar, el personaje del marido interpretado por Jason Bateman, resulta un tanto complaciente y algo injustificado, pero ¿acaso no son estos detalles de simpleza y buen rollo los que hacen de Juno el producto asequible moderado y biempensante que debía triunfar este año?


Juno es una buena película de fin de semana, con sabor dulce y trasfondo amargo, con personajes deliciosos inmersos en situaciones desconcertantes de cierto realismo mágico. Es inevitable pensar que con todas sus virtudes, autores y ejecutivos se han puesto de acuerdo al incluir los ingredientes justos y necesarios para formular el combinado perfecto que, como en el cine de alto presupuesto, lleva directo a la alfombra roja

No hay comentarios: