jueves, 18 de octubre de 2007

La naranja mecánica (Película)



Adaptación al cine de Stanley Kubrick de la novela homónima de Anthony Burguess. Sea probablemente una de las películas británicas más influyentes del siglo XX.

La historia tiene como protagonistas a un chico adolescente (Alex) y sus amigos. Sus principales aficiones son la ultraviolencia (dícese de la violencia sin justificación y cuyas víctimas son escogidas al azar "la violencia por la violencia"), las drogas y la música, sobre todo la de Ludvig Van Beethoven. Después de diversos episodios de actividades delictivas Alex es encarcelado y sometido a un tratamiento de choque para modificar su conducta a través de una repulsión física sobre la violencia y sus antiguas conductas.

Lo más interesante de la película es el análisis del personaje de Alex. Podemos decir que la moral que guía sus acciones es la propia de los animales, se guía a través de estímulos. Por lo tanto sencillamente hará aquello que le reporte una satisfacción o cubra una necesidad propia. Podríamos decir que Alex es la representación de el ser humano sin conciencia, es un "Mowgli" criado en una sociedad donde las normas no coinciden con sus apetencias. Aquello tan característico del ser humano como es la vergüenza, es ausente en este personaje, por lo tanto, nada puede obligarle moralmente a hacer o dejar de hacer algo. Este conflicto da a entender que la vergüenza de ti mismo (el avergonzarse por algo tuyo o propio de ti) es una condición necesaria para la vida en sociedad. Alex no siente repulsión por el maltrato hacia los iguales, que es uno de los tabúes más infranqueables. Por ejemplo, en una guerra los soldados son capaces de matar porque el enemigo es "malo", "inferior", por lo tanto no es uno de los "nuestros"; es "justificable" su asesinato. El matar a alguien sin razón, provocaría en una persona normal un sentimiento brutal de vergüenza y arrepentimiento, es decir, se pondría en duda la "humanidad" del individuo. El tratamiento al que es sometido Alex es parecido a la manera de enseñar a un perro qué "debe" y qué "no debe" hacer. Si un perro asocia una puerta con "castigo" o con "no comida", esa puerta dejará de existir para él, la simple idea de atravesarla le producirá malestar. La reacción de Alex ante la violencia es la misma que la del perro, por lo tanto se logra que el individuo no se plantee la posibilidad si quiera de provocar violencia. Este tratamiento le provocará indirectamente el odio hacia su tan amado "Ludvig Van", lo cual le hará ser un monstruo infeliz e incapaz de comprender el porqué de estas reacciones. ¿Os parece una solución válida para este problema?¿Hay otras soluciones mejores?

Bueno pues eso es todo, menudo rollo acabo de soltar...

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